Que nunca falten las tardes de bar, las risas y los amigos. Que siempre exista quien nos levante el ánimo, quien nos saque de casa cuando a nosotros nos apetezca encerrarnos o quien nos de un abrazo como quien sabe que si te suelta, tal vez, te pierdas para siempre.Aunque sea mentira.
Aunque sepa que puedes encontrar el camino de vuelta a la felicidad tu solo, que el tiempo todo lo cura y no hay mal que dure demasiado tiempo, siga tendiendo la mano para que nunca te falte ese apoyo que solo algunos son capaces de darnos.
Que nunca acabe su paciencia infinita y siga ahí cuando falles. Todos somos humanos y cometemos tantos errores que si no existiera el perdón, la soledad sería siempre nuestra única compañera.
Puede que sea un desastre, pero si algo tengo claro, es que mi vida es mucho mejor porque tengo a personas así a mi lado, que saben que yo mismo seré la mano tendida cuando ellos la necesiten.
Porque en eso consiste la amistad, en levantarse mutuamente siempre que uno de los dos, o ambos, estén abajo. Porque no hay nada mejor que una amistad sincera que no juzgue, sino que apoye siempre en los momentos más difíciles de nuestras vidas y nos haga saber que, aunque podamos enfrentarnos a lo que sea solos, no tenemos por qué hacerlo.
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