Me gusta pensar en ti como la suerte que se cruzó un día en mi camino. No sé si fue la casualidad o el destino, realmente me da igual, solo me importa haberte conocido. Desde que llegaste a mi vida le diste el toque de ilusión que antes le faltaba. Como si el amor que tú trajiste contigo fuera diferente a todo cuanto había vivido antes.
Más color, más alegría. Siento felicidad por tenerte en mi vida, y no hay duda alguna que cambie eso. De hecho, cualquier duda desaparece en cuanto me miras a los ojos, te das cuenta de ello y me besas para dejar claro lo que de verdad importa.
El tiempo todo lo cura
Será que tus labios dicen más verdades que cualquier beso robado en el pasado. Será que el tiempo todo lo cura y por fin siento amor lejos de la herida. Esa que dejó el ayer y que tú te empeñas en hacer cada día más pequeña.
Me gusta pensar en ti como un regalo que la vida tenía reservado, por mucho que insistas en que eres tan rebelde que nadie podría guardarte jamás.
Tendrás razón, como siempre. Y no me importa. Sea lo que sea lo que te llevó hasta mí, lo encontraré y me aseguraré de no perderlo nunca… para que nunca te quieras ir.
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