Cuando estás dentro de una relación amorosa, hay muchos factores que ayudan a construirla, como la convivencia, las personalidades individuales, la rutina que han conformado y mucho más. Aunque todos estos aspectos que consolidan la relación son importantes, pues sin ellos simplemente no habría una relación a la cual referirnos, estos deben de estar cimentados en una base sólida, pues de no ser así, se derrumbarían.
El lugar de la confianza en una relación
Imagina la relación como si fuera una casa, en la que todos los aspectos que ayudan a construirla que mencionábamos anteriormente son las paredes, el techo, los ladrillos, etcétera. Así como en una casa, estos elementos pueden variar, pues habrá quien quiera pintar su casa de blanco, mientras que otros de naranja; de la misma forma, todos llevan su relación diferente, habrá a quienes les guste hacer más bromas que a otros, verse todos los días o solo una vez a la semana y más.
Como en toda casa, tenemos que tener nuestro terreno para construirla y preparar muy bien las bases, si no queremos que se caiga a la menor provocación. Lo mismo sucede con nuestra relación si queremos que sea fuerte y duradera. Esta base, a diferencia de los demás componentes, no varía tanto entre una relación y otra, como tampoco lo hace entre una casa y otra, porque ya no depende de gustos y personalidad, sino de una estrategia muy bien definida para que el soplo del aire o un temblor no la tumbe. Y aquí es donde entra la confianza, pues esta constituye la base sólida sobre la cual necesitamos construir nuestra relación.
Lo que ocurre cuando la confianza se rompe
Por ende, la realidad es que, si la confianza no existe en nuestra relación amorosa, lo más probable es que esta no logre prosperar; pues incluso aunque lo demás esté aparentemente bien, aunque sus chistes sí te parezcan graciosos, en algún punto puede caerse. Así que, aunque tengan gustos muy similares y disfruten de hacer ciertas cosas juntos, si no existe una verdadera confianza, aflorarán otros aspectos que generen conflicto entre ustedes y no habrá algo tangible para afrontarlos y buscarles solución.
Tal vez nos topemos con situaciones en las que la confianza nunca existió en primer lugar; pero habrá otros casos en los que esta se fragmentó o dañó por alguna circunstancia en particular. Por lo regular esto hace que la relación se desbalancee y empiece a tambalear, sobre todo cuando se creía estar pisando un terreno firme en el que, a pesar de las diferencias que pudieran tener entre ambos, las cosas fluían y se divisaba un futuro largo.
En múltiples ocasiones, el quiebre de la confianza ocurre cuando uno de los miembros de la pareja comete una infracción hacia el otro que es realmente doloroso y le hace sentir traicionado. Muchos de estos casos terminan rompiendo la relación definitivamente, pues al ser la confianza la base de todo y al haberla quebrantado de esa manera, todo se desmorona a su alrededor.
La reconstrucción de la confianza
Cuando la confianza se rompe, la casa (la relación) puede empezar a tambalearse, pero es importante hacer algo al respecto antes de que se derrumbe totalmente. Por lo que aquí te dejamos algunos tips que pueden ayudar a recuperar esa confianza antes de que se pierda por completo; ya sea que tú tengas que acudir a estas opciones para reconstruir la confianza con tu pareja, o ver si esta realmente está haciendo lo posible por recuperar tu confianza.
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Actuar con honestidad y ser totalmente trasparentes en el futuro, no se trata solo de “no mentir”, sino que tampoco omitir la verdad.
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Aceptar nuestros errores es en realidad el verdadero primer paso, reconocer lo que hicimos mal y por qué estuvo mal
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Pedir disculpas es lo siguiente, no basta solo con reconocerlo. Esto también conlleva a mostrar arrepentimiento, de nada sirve disculparse por algo que se volvería hacer.
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Atiende las necesidades de tu pareja y qué es aquello que necesita para sentirse más segura contigo, tal vez que resuelvas algunas de sus dudas, por lo que no te niegues a sus preguntas. Pero ten mucho ojo, tampoco se trata de vulnerarte a ti.
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Ten paciencia, como dicen, Roma no se construyó en un día, y poner las cartas sobre la mesa —admitiendo tus errores, disculpándote y arrepintiéndote— no hará que todo regrese a como era antes mágicamente, hay que sanar y eso toma tiempo.
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No prometas cosas que no puedas cumplir ni crees falsas expectativas, lo cual tiene mucho que ver con el ser honestos.
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Procura elevar su autoestima y hacerle sentir bien consigo mismo, ya que este quiebre en la confianza pueda hacer a tu pareja sentir culpable o que no es lo suficiente.
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Propón alguna solución directa al problema, comprométete a llevarla a cabo y genera un acuerdo entre tu pareja y tú respecto a qué es lo que tiene que hacer cada uno para afrontar este bache en la relación.
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