La quiero tanto que a veces duele. No porque ella haga nada malo, sino porque la siento tan mía que de vez en cuando olvido que ella es suya y de nadie más. Puede tomar todas las decisiones que quiera, vestirse como le dé la gana o hablar con quién sea. Ella es la que tiene las riendas de su vida y yo no soy más que ese que la acompaña un trecho del camino, o quizá una vida entera. Y yo lo mismo.
Somos libres para hacer con nuestra vida aquello que nos haga felices. Por mucho que estemos juntos, nadie debería nunca condicionar tus decisiones, tu forma de vivir. Si has elegido estar con alguien, es porque confías en esa persona. Por eso, sabes que nunca haría nada que traicionara esa confianza. Si lo hiciera, tal vez su sitio no fuera a tu lado. Tal vez no fuera la persona adecuada. Por eso precisamente cada uno tiene que vivir su vida como quiera, disfrutarla al máximo. Nunca sabes quién te va a fallar, no puedes vivir preocupado por todo lo que haga tu pareja.
Si has elegido estar con alguien
Disfruta de la vida, sé feliz contigo mismo, y ya se verá después si esa persona era la adecuada. Nunca olvides que todos somos libres de hacer con nuestra vida lo que nos dé la gana. Pero, si te ama, volverá siempre a ti. Eso es el amor. Ser libres para poder irnos a cualquier lugar, pero elegir volver siempre a su lado. Porque ahí es donde quieres estar.
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