Me pregunto si algún día no estarás, si te cansarás de todo esto y te irás en busca de otra persona que te dé todo lo que yo no puedo. Siempre habrá alguien que te pueda querer mejor, porque quererte más de lo que yo lo hago es imposible. Supongo que por eso sigues aquí, porque sabes que lo doy todo por ti cada día por muchos errores que pueda cometer.
Soy algo torpe, a veces. Tropiezo con las mismas piedras una y otra vez, como si a alguien le hiciera gracia ponerlas siempre en mi camino para verme caer. Y no me importa. Sabes mejor que nadie que siempre me pondré en pie. No sé vivir de otra manera. Para mí el amor es eso por lo que merece la pena luchar siempre, por mucho que a veces nos olvidemos de hacerlo correctamente, siempre habrá valor en el esfuerzo, amor en las heridas que nos deje la vida con cada uno de los golpes que nos lanza.
Y por eso te quiero tanto. Porque siempre estás ahí cuando todo se vuelve gris, cuando siento que te pierdo y, en realidad, me esperas al otro lado de mis dudas sonriendo. Dispuesta a seguir luchando por todo esto que tenemos. Me tiendes la mano en mitad de la tormenta, calmando así todos mis miedos.
Por eso te quiero tanto
Y ganamos, siempre, porque no hay derrota alguna que pueda derribar los cimientos de este amor. No mientras sigamos amando, luchando, ganándole la partida a todos esos que nos dijeron que no había “para siempre” en lo nuestro. Que algún día rompería, que alguno se cansaría y no habría futuro alguno para un “nosotros“.
Pero aquí seguimos, demostrándole al mundo entero que nada nos podrá separar mientras nuestros corazones sigan armados, combatiendo juntos y completamente enamorados.
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