La celebración de Reyes Magos está a la vuelta de la esquina y, aunque sabemos que es un día para compartir y convivir con nuestra familia y amigos, pensamos que también es una fecha para reencontrarnos con nosotros mismos.
Anteriormente te contábamos un poquito sobre cómo surge esta fiesta y todo aquello referente a la Rosca de Reyes —si no lo has leído, puedes encontrarlo aquí— y, como verás, los regalos son una parte fundamental de esta tradición. Dentro de esta, los Reyes Magos llegan a nuestra casa la noche del 5 de enero para dejarnos una sorpresa o aquello que les hayamos pedido, pero ¿qué tal si este año nos convertimos en nuestros propios Reyes Magos y nos hacemos un auto regalo que nos ayude a encontrar paz y armonía?
Para esto, hay que tomar en cuenta que un regalo no tiene que ser necesariamente algo material, y la idea es entrar en contacto con nosotros mismos. Así que aquí te va un pequeño ritual que puedes realizar para encontrar un momento de relajación y dártelo como regalo de Reyes Magos.
1. Haz un espacio en tu agenda
Primero que nada, es necesario que tomes en cuenta que para esto necesitas tiempo. Elige un momento en el que tengas menos responsabilidades, cuando no tengas que apresurarte a ir a trabajar o a realizar alguna otra actividad. Por ello, te aconsejamos que elijas un espacio durante la tarde-noche, para evitar cualquier tipo de interrupciones en tu momento contigo mismo.
2. Toma una ducha
No todos tenemos una tina que podamos llenar de burbujas en las cuales sumergirnos, pero ¡no la necesitas! Para empezar este auto regalo de relajación basta con que te des una ducha acomodando el agua a tu temperatura preferida y te tomes tu tiempo para masajear tu cuero cabelludo con el shampoo.
Si quieres crear todo ese ambiente de relajación que se ve en las películas en las que se meten a la tina, ¡también puedes hacerlo! Solo es cuestión de que enciendas algunas velas aromáticas y te determines a pasar un momento inigualable.
3. Ponte cómodo
Una vez que tu ducha haya terminado, puedes untarte cremas o aceites de tu preferencia. Luego, ponte ropa cómoda, puede ser deportiva, tu pijama favorito o lo que tú quieras, es completamente tu elección. Lo mismo con los pies: puedes quedarte con sandalias, pantuflas, calcetines o hasta descalza.
4. Entra en ambiente
Enciende algunas velas, si son aromáticas mucho mejor, esto te ayudará a entrar en ambiente y a crear la atmósfera idónea para entrar en relajación. A la par, coloca una sábana, cobija o colchoneta en el piso sobre la que puedas sentarte. Si lo deseas, también puedes poner alguna música relajante o sonidos que te ayuden a sentirte tranquilo.
5. Medita
Es momento de hacer el verdadero trabajo.
Primero, cierra los ojos y tómate un momento para no pensar en nada. Déjate llevar por el sonido de la música que elegiste, el aroma de las velas. Imagina un río que fluye y nada con la corriente, permite que algunos peces te acompañen en el trayecto.
Luego, da vuelo a tus pensamientos, permítete pensar en la persona que eres, pero sobre todo en la persona en la que te quieres convertir, aquello que quieres ser para los demás, pero más que nada en lo que quieres ser para ti. Comienza a reflexionar sobre aquellas cosas que puedes hacer mejor, pero también date un tiempo para reconocer todas aquellas que ya haces de maravilla, felicítate por tus logros y rememora momentos que te hayan causado alegría o satisfacción.
Déjate llevar por pensamientos positivos, y guíate para no pensar en nada nuevamente. Sigue así, hasta que estés listo para abrir los ojos y continuar con tu rutina.
Tal vez suene un poco egoísta, pero no está mal que convirtamos este día en algo sobre y para nosotros. No es egoísta comprender que las ocupaciones del día a día son agotadoras y abrumantes, y que por ello decidamos consentirnos un poco. Si esta no es razón suficiente para ti, piensa que con este ritual también puedes convertirte en el rey mago de alguien más y, de esta manera, regalarle un momento para que se relaje y olvide por un segundo todo aquello que le preocupa, guiando su ritual y otorgándole las herramientas que necesita para realizarlo, seguro te agradecerá. ¿A quién le harías un regalo de este tipo? Ya que se te vino el nombre a la mente, ¡ahora vuélveselo realidad!
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