Dicen por ahí que “nuevo año, nuevo yo” y, aunque no necesitamos que se cumpla un ciclo de 365 días para establecer cambios en nosotros y en nuestra vida, es el momento perfecto para volvernos conscientes de aquello que no nos gusta tanto o que nos gustaría que fuera de manera diferente.
Con el inicio de año, no solo nos viene la revelación de la necesidad de un cambio, sino que también nos llega la resolución para, al menos, intentar volverlo realidad y, definitivamente, no podemos desaprovechar toda esa descarga de voluntad.
Bajo este pretexto, se nos ocurren mil y un ideas de cosas nuevas que podemos implementar en nuestra vida, y eso está muy bien, pero ¿algunas vez te has puesto a pensar no en lo nuevo que tienes que traer, sino en lo viejo que tienes que dejar ir?
Ya sabes lo que dicen, que para obtener resultados diferentes, tienes que hacer las cosas de manera diferente. Y sí, eso también implica dejar atrás lo que no funciona tanto. Así que aquí te van algunas cosas que definitivamente NO tienes que seguir haciendo y te conviene mejor evitar para encontrar un cambio positivo en tu vida.
1. Continuar con malos hábitos
Piensa esa cosa que sieeeeeempre haces y la mayoría de las veces, si no es que todas, sale mal. Puede ser desde permitir dormirte cinco minutitos más que hace que termines llegando quince minutos tarde a todos lados; hasta dejar al fuego el agua para el café e irte a hacer otras cosas mientras y que siempre se te termina olvidando.
¿Ya la tienes en mente? ¿Sí? Muy bien, pues es momento de que dejes de hacerla. Definitivamente, no solo no te está dando los resultados que quieres, sino que los está convirtiendo en algo muchísimo peor. Dile “bye, bye”, te aseguro que este hábito no lo vas a extrañar.
2. Ver las cosas con la misma cara
La actitud que demuestras frente a muchas circunstancias puede llegar a ser fundamental para los resultados que obtengas. Por ejemplo, si le pones mala cara a una situación, tal vez esta termine saliendo igual de mala.
En casos como este, tal vez en algún momento te llegue una nueva tarea por resolver y desde el principio has determinado que no quieres hacerla, que te da flojera o que no te gusta en lo absoluto. Y claro que es válido que no la quieras hacer, que te dé flojera o que no te guste, pero es algo que al final de cuentas sí o sí tienes que hacer y ya te habrás arruinado definitivamente todo el proceso.
3. Aferrarte a cosas
Para nada está mal intentar conservar en tu vida aquello que te gusta y te hace feliz, y enfrentarte con uñas y dientes a todo aquello que quiera impedir que esas cosas se mantengan contigo. Pero también es clave que te preguntes si aquellas cosas verdaderamente te hacen bien o solo crees que te hacen bien.
Nunca está de más que te pongas a reflexionar el verdadero impacto que tienen muchas de las cosas en tu vida, probablemente te des cuenta que estás invirtiendo demasiadas fuerzas y energías en mantener algo que ni siquiera es tan positivo para ti como creías. Te vendrá bien tener un peso menos encima.
En definitiva, hay muchísimas cosas que podemos dejar de hacer para trabajar por un cambio positivo en nosotros mismos y en nuestra vida, pero podemos empezar con estos tres y dejar que los resultados hablen por sí mismos para comenzar a dejar ir más cosas que en realidad no nos hacen tanto bien como creíamos.
Recuerda que los grandes cambios pueden tener su inicio en algo muy pequeño, nunca subestimes el valor de algo que creas chiquito, seguro te sorprenderá. Aprovecha esta oportunidad para reflexionar en otras cosas que haces y tal vez sería mejor que simplemente dejaras ir, ¿ya se te ocurrió alguna?
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