Durante el 14 de febrero vemos a mil y un parejas yendo de aquí para allá compartiendo su amor, tomadas de la mano, dándose besos y abrazándose sin cansancio. En San Valentín se descarga toda una energía con la que solo podemos pensar en la canción de Love is in the air de John Paul Young para describir de mejor manera el ambiente de esa fecha.
Pero también es común que nos encontremos con restaurantes abarrotados, un tráfico infernal, ramos de flores a precios exorbitantes, globos de helio impidiendo el paso y la visión, y —habrá que admitirlo— adolescentes haciendo de las suyas. Todo esto —y probablemente más— puede volvernos escépticos en cuanto a celebrar San Valentín o considerarla una fecha digna de marcar en nuestro calendario.
En este sentido, es muy común que miremos a San Valentín como una celebración frívola, motivada por el capitalismo y, quién sabe, a la mejor y hasta molesta. Incluso aunque tengas una pareja al lado de la cual pasar el 14 de febrero, tal vez sientas que no vale la pena dedicar tu atención y tiempo —mucho menos tu dinero— a seguirle la corriente a todos aquellos que intercambian cartitas y paletas en forma de corazón ese día en particular.
Sin embargo, más allá de lo que puedas llegar a pensar, principalmente cuando tienes una pareja, celebrar el día de San Valentín puede cargarse de significados que fortalezcan la relación y les ayude a conectar aún más. Esto no quiere decir que las relaciones de todos aquellos que no festejen el día del amor y la amistad estén condenadas al fracaso, pero sí que muchas cosas positivas pueden sacarse de celebrar este días y, por ende, hay razones de sobra para sí hacerlo.
1. Unirte a la buena energía
Seguro más de una vez has llegado a escuchar sobre el karma y cómo recibes lo que das. Pues algo como eso puede pasar el día de San Valentín. Además de que si das amor, recibes amor, también tu actitud y la forma en la que te desenvuelves ese día puede mejorar mucho, porque te sumas a un movimiento colectivo en el que se transmiten solo buenas vibras que por supuesto te van a alcanzar para hacerte sentir mejor en todos los sentidos.
2. Darse tiempo en pareja
Es muy probable que en el día a día no tengan demasiadas oportunidades para hacer cosas juntos, debido a sus distintas responsabilidades y labores. En este caso, San Valentín provee la escusa perfecta para organizar una cita romántica, intercambiar algún detalle o planificar una sorpresa; cosas que funcionan para demostrarse su amor fuera de lo cotidiano y que tal vez no tengan tanta oportunidad de hacer si no se hacen un espacio como puede presarse el 14 de febrero.
3. Demostrar interés
Tal vez sea que dentro de la relación solo uno de los miembros sea el que no está del todo convencido con el día del amor y la amistad y todo lo que este implica. En estos casos es importante detenerse a pensar por un momento en qué tanto esta fecha puede significar para el otro. Tener un detalle, por más pequeño que sea, durante San Valentín puede ser un excelente elemento para demostrar interés y lo mucho que valoras a esa persona, al reconocer las cosas que le son importantes y sumarse a ellas.
4. Crear experiencias
Al organizar algún detalle especial o cita romántica para este día, pueden generarse vivencias que se conviertan en anécdotas que contarán durante años y años en el futuro, cosas que nunca hubieran pasado si no se hubieran animado festejar, de la manera que lo hayan hecho, el 14 de febrero utilizando el día de San Valentín como pretexto.
A veces es muy importante dejar atrás los prejuicios y dejarse llevar por las cosas. En el caso del día de San Valentín, podemos decir que tal vez nos haga falta dejar a un lado todo lo malo que podamos llegar a pensar sobre esta celebración y permitirnos crear y vivir una experiencia inigualable al lado de esa persona que amamos.
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