30 segundos de valor

A veces, pasamos demasiado tiempo pensando qué hacer en lugar de hacerlo. Le damos tantas vueltas a la misma idea que, al final, adquiere dimensiones tan grandes que la acabamos desechando por miedo al fracaso. Nos impone un respeto atroz y adquiere un valor que antes no tenía.

Seguro que te ha pasado lo siguiente alguna vez: una idea cruzó tu mente, una idea que apareció de repente y que tenías claro que era exactamente lo que tenías que hacer. Pero no lo hiciste. En lugar de eso, diste un paso atrás, te alejaste del precipicio y te pusiste a pensar, a darle una y mil vueltas a todas las cosas que podrían salir mal. Te preocupaste por lo que pensarían otros, por el rechazo, por la vergüenza. Miraste a tu alrededor en lugar de al frente y tuviste miedo.

La racionalidad, los miedos, el “qué dirán” nos limitan constantemente y nos impiden en muchos casos arriesgarnos, dar un paso más. Si bien es cierto que a veces conviene pensar antes de actuar, en muchas otras ocasiones no deberíamos hacerlo.

Hace tiempo que tomé una decisión: cada vez que una de esas brillantes ideas me asalta la cabeza, la abrazo y me aferro a ella para no perderla, alejando cualquier pensamiento negativo. Luego, me armo de valor y, durante los 30 segundos siguientes, creo por completo en mí mismo, me olvido de todo el ruido de la sociedad en la que vivimos y me limito a hacer lo que sea que me venga a la mente.

Me lanzo al vacío y confío en que, en mitad de la caída, nacerán en mi espalda un par de alas que me hagan volar bien alto.

No me permito tener miedo, no durante esos segundos.

El noventa por ciento de las veces esa primera decisión que tomamos en nuestra cabeza es la acertada, es la que nuestro instinto quiere tomar y es la que, casi siempre, nos lleva a vivir alguno de los momentos más bonitos y maravillosos de nuestras vidas.

30 segundo de valor, eso es todo lo que necesitas. Lánzate al vacío 30 segundos y olvídate de todo. Dile que la quieres, dile que estás perdidamente enamorado de ella. Cambia de peinado, cambia de look. Compra los billetes de avión a aquel lugar con el que sueñas cada noche por caros que sean; o empieza a componer la nueva banda sonora de tu vida. Adopta un perro, un gato o ese periquito que te canta en la calle cada vez que pasas a su lado. Sueña a lo grande y vive tus sueños. Haz lo que sea, pero hazlo. No tengas miedo al rechazo, no tengas miedo al fracaso. La vida está llena de nuevas oportunidades.

30 segundos de valor, no necesitas más para hacer que tu vida cambie por completo.


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