Hay besos que curan el alma con solo rozar los labios, que sanan las heridas y gritan a los cuatro vientos que eres para mí. Sobran las palabras cuando besas porque no hay universo que imponga más que el de tus labios, que el de tus dientes mordiendo mi propio labio cuando trato de alejarme unos centímetros para contemplar ensimismado tanta belleza que hay en ti.
Besos que salvan, besos que llenan y besos que espantan los fantasmas del ayer. Que hacen crecer este amor que siento con cada nuevo roce rosado, con cada aliento robado con el pulso acelerado como el primer día, como ayer.
Nada ha cambiado, nada.
Sigo siendo un novato cuando de besarte se trata, primer beso en cada beso, primer amor en cada latido de este corazón mío que es tuyo, de este sentir que me haces vivir cada día.
Ella, ella es mía siendo suya.
Y yo… yo soy suyo sin remedio.
Suerte la mía.
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